Camino a la Esencia

¿Cómo vivirías si fueras a morir dentro de un año?

¿Qué es Camino a la Esencia?

Es un entrenamiento para desarticular progresivamente la identificación con el yo aparente y reconocer la Esencia.

La meditación diaria acompaña a este proceso de transformación.

El curso de 40 días se divide en 13 etapas de 3 días cada una. Es un recorrido circular de 13 pasos que conduce hacia nuestra muerte simbólica para, desde ahí, continuar el camino de retorno hacia nuestra verdadera naturaleza, eterna e inmutable.

Primera etapa:

Mirar a la muerte cara a cara.

La recreación con nuestra propia muerte tiene antecedentes muy profundos en trabajos de Stephen Levine y otros autores que han estructurado esta propuesta con extraordinarios resultados de concienciación de lo que realmente es esencial o superficial en nuestra vida.

Tal vez alguien pensará que “creyendo” que va a morir al final de las 13 etapas, lo que estará en realidad es creando su propia muerte –física o psicológica– y, por aquello del poder creador del pensamiento, sienta resistencias a vivir este proceso de manera plena. Pues bien, esto no es así: múltiples centros de meditación vienen trabajando este enfoque y, efectivamente, no se conoce ningún caso de nadie que haya fallecido al terminar este proceso, o bien que se haya disuelto en una “nada” insensible y estéril… De hecho, es justo lo contrario, ya que todos aquellos que han vivenciado este proceso, han sido objeto de un renacimiento en el que todo vaciamiento de lo superfluo ha generado reorientaciones vitales de gran intensidad.

Este trabajo de mirar a la muerte y permitir que vayan sucediendo desprendimientos e importantes reajustes en la orientación fundamental de vida, es una de las prácticas más reconocidas entre las propuestas de transformación y maduración que, tanto tradiciones espirituales como escuelas de crecimiento, han recomendado desde hace miles de años.

El propósito subyacente de esta primera etapa es, fundamentalmente, de
descondicionamiento y desidentificación. Tengamos en cuenta que nuestra mente es principalmente un cúmulo de programas, registros e informaciones, y que, gracias que a una propuesta de esta índole, emergen a la consciencia una gran parte de las mismas para ser observadas, reconocidas y posteriormente, desprendidas y recolocadas.

Existen múltiples testimonios de personas que han realizado este proceso que afirman que conforme avanzaban paso a paso iban experimentando la gran liviandad que se manifiesta en la Presencia, al tiempo que se veían desprendidas de apegos que estaban entorpeciendo el flujo creativo de sus vidas.

Segunda etapa:

Una vez transitada la primera parte del camino, tras la toma de conciencia de lo que no somos y el inevitable reconocimiento de lo que somos, nos dispondremos, en una segunda etapa, a realizar nuestra naturaleza profunda en el mundo. Una vez que el árbol se ha desprendido de las hojas secas llega el momento de dar espacio a los nuevos brotes.

El camino “de ida” hacia Esencia carece de sentido si, a la inversa, no se completa con el camino “de vuelta”. La vuelta a Casa, como podemos denominar al sendero de vaciamiento que recorremos, requiere necesariamente ser realizado en el mundo. Es en el mundo donde vivimos, desplegamos y manifestamos nuestro potencial intrínseco y lo celebramos; donde hacemos todas y cada una de las cosas como una expresión de nuestra naturaleza profunda, como una expresión del ser infinito que en todo momento, en todo proceso y toda cosa, reflejamos y manifestamos.

Para ayudarnos a re-descubrir este milagro enorme y constante que es la vida, el proceso nos invita en esta segunda etapa a integrar y alojar en el Corazón -ese punto donde se encuentran lo masculino y lo femenino, lo espiritual y lo terrenal, lo vertical y lo horizontal-, las comprensiones que han brotado en las etapas iniciales.

¿Por qué 40 días?

Porque, como en las otras cuarentenas, 40 son los días que las Leyes de la Naturaleza necesitan para realizar sus procesos de transformación. El retiro de Jesús en el desierto dura 40 días, Moisés se retira al monte Sinaí 40 días, a los enfermos se los aísla desde hace milenios 40 días, La Cuaresma dura 40 días, al igual que el Ramadán mahometano.

¿A quién va dirigido?

A todo aquel que quiera recorrer el itinerario que lo llevará hasta la Esencia más profunda de sí mismo, el camino iniciático que lo llevará a vivenciar, atravesar e integrar lo que cada paso de su vida le traiga en cada momento.

“La verdadera libertad es el reconocimiento de que no tenemos nada que perder”.

Modalidad del Proceso del Camino a la Esencia

Online.

¿Cuánto dura la el proceso?

40 días.

Precio

420 (7 sesiones de 75 minutos).